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Cómo la alta velocidad ha hecho posible el desarrollo de una
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           360.      revista de alta velocidad
                                                                        El caso del material rodante/ López, J.L.

           El 26 de abril de 1988 me “tocó” asistir a una reunión con directivos de Renfe, en  la que informé
           de que Talgo no concursaría a la Alta Velocidad Española porque Talgo no cumplía los requisitos
           que se habían fijado en el pliego de condiciones.

           Desde aquella fecha empieza a incubarse en Talgo el virus de la Alta Velocidad y a descolgarse de
           la filosofía de Alemania, que se basaba en la idea de que era mejor renovar vías para 200 km/h.
           que hacerlas de alta velocidad. Filosofía que posteriormente cambió, diseñando el tren de Alta
           Velocidad ICE.

           Talgo trató de integrarse a la Alta Velocidad Española, no sin dificultades burocráticas,  pues nadie
           se  creía que pudiera incorporarse  al grupo  de élite de la Alta Velocidad en el mundo, por tanto
           “no se podía gastar dinero en ayudarla”.

           Después de varias pruebas internas, con el diseño de la nueva suspensión, en noviembre de 1990,
           se hacen ensayos en el banco de rodadura  de Múnich, alcanzando los 500 km/h, que fue el récord
           de dicho banco, habiendo ensayado anteriormente los trenes más avanzados del momento.


           A partir de la demostración de que el tren Talgo valía para la alta velocidad, se siguen las
           investigaciones, y en 1994 se circula con una composición Talgo con la rodadura de Alta Velocidad
           a 303 km/h por la vía del AVE Madrid-Sevilla.

           Los resultados son tan satisfactorios que se pide a Renfe autorización para circular a más velocidad
           por la vía de Alta Velocidad Madrid-Sevilla. Al ser denegada, se pide a los ferrocarriles alemanes
           DB y allí se alcanzaron los 360 km/h con resultados tan alentadores que se decide fabricar el Talgo
           350, objetivo que se alcanza  en 1999. Con la optimización según los resultados obtenidos, ya con
           un  tren completo, coches más cabeza motriz, se consigue circular a 340 km/h en diciembre de
           2000, registrando y comprobando, en éstas pruebas, el comportamiento de calidad de marcha y
           confort de viajeros.

           Después de varios perfeccionamientos en febrero de 2001 el tren talgo 350, bate el record de
           velocidad, en la red española, al circular a 359 km/h en la línea de Madrid–Sevilla  y posteriormente
           a 362 km/h en la vía Madrid-Barcelona. Finalmente, ya  con trenes de serie, se ha circulado a 375
           km/h.

           Cuando ya está maduro, el proyecto Talgo se presenta a concurso de Alta Velocidad y en marzo de
           2001 Renfe le adjudica 16  trenes Talgo 350. Con la entrega de estos trenes Talgo ingresa en el
           selecto club de fabricantes de trenes de Alta Velocidad. A día de hoy vemos  con gran satisfacción
           el resultado de los 46 (16+30) trenes Talgo de Alta Velocidad que están prestando servicio en el
           sistema AVE (Alta  Velocidad Española).

           Paralelamente, en 1994, se inicia la investigación para dotar  de cambio automático de ancho de
           vía a los bogíes tractores, que Talgo necesitaba, para las locomotoras y cabezas motrices de sus
           trenes.

           Al decidir el gobierno español en 1988 que las nuevas vías que se construyeran en España, serían
           con el sistema AVE, era evidente, que sería necesario  comunicar las ciudades que no estuvieran
           unidas por el ancho de vía estándar europeo, o sea por vías de Alta Velocidad, aprovechar las vías
           troncales de  Alta Velocidad para continuar  con vía normal de Renfe y así reducir
           considerablemente los tiempos de viaje entre ciudades.


           Talgo, que siempre ha tratado de dar soluciones adecuadas en cada momento, desarrolló y fabricó
           la primera cabeza motriz y la primera locomotora eléctrica del mundo con cambio automático de
           ancho de vía. Con estos desarrollos dio la solución a la convivencia de vías de Alta Velocidad con
           el ancho estándar Renfe.





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